En una mañana lluviosa del 9 de febrero, la iglesia parroquial Cristo Negro de Nigeria se preparaba para celebrar la ceremonia de Primera Comunión, en la cual participaron alrededor de ochenta niños y niñas, quienes gustosos y emocionados esperaban recibir a Jesús sacramentado.

Ya a pocos minutos de iniciar la ceremonia, los niños y niñas, formados y guiados por sus catequistas, ingresaban a la iglesia; la mirada atenta de padres, familiares, padrinos y público en general capturaban la atención de todos.

La misa fue presidida por el padre Marco Paredes, párroco de la parroquia San Francisco de Sales, quien gustoso observaba a los niños y niñas que, durante dos años, se prepararon para recibir el sacramento de la Comunión. A estos niños se les invita a que sigan formando parte de la Iglesia, no se inclinen hacia las cosas mundanas, y continúen siendo buenos cristianos y honrados ciudadanos.

Carlos Bruno